21 de diciembre de 2010

Tercera viga

Por fín tengo la madera que hará de dintel para la ventana. Le he puesto un piar de madera de acacia que no se dobla con nada, no veáis para cortarla. Como se ve en la fotografía, ya están colocados las tres vigas, faltaba la central, que a pesar de la lluvia no he podido esperame a poner. Es gracioso, pues ahora mismo ha dejado de llover y parece que sale el sol. Bueno, otra fila de ladrillos para sujetar la estructura y ahora a esperar que seque. Ahora viene la Navidad, y deseo a mis lectores pasen unas buenas fiestas y un feliz año 2011, hasta la vuelta no seguiremos con la construcción.

Portezuela

Ayer, mientras esperaba el dintel que me iban a traer para continuar con el tejado, comencé a abrir hueco en la pared para la puerta del gallinero, por donde los animalitos tendrán que salir y entrar. A golpe de martillo y cincel fui dándole forma al agujero. Como la pared es muy antigua no hay problema, pues los ladrillos se deshacen tras unos buenos golpes fortuitos. De momento lo he dejado en 30 x 20, aunque probablemente lo amplíe a 30 por 30 centímetros, no sea que alguna gallina gorda no pueda entrar.

19 de diciembre de 2010

Homenaje

Pensando en materiales, si tenéis un buen punto limpio cerca de casa, o alguna fábrica de casi cualquier cosa, tendréis acceso al que puede ser uno de los más utilizados elementos dentro del gran mundo del reciclaje, el "pallet". Utilizado de forma completa o despiezándolo en sus distintas partes, podremos utilizarlo como elemento constructivo y muy práctico. Os dejo una página muy interesante: Arkinet



Así, si necesitamos por ejemplo hacer una compostadora para los excrementos de las gallinas podemos construir algo así, con varios pallets, unas visagras y un poco de estilo. Por supuesto también sirve para los restos de vegetales del hogar, aunque las gallinas lo agradecerán más.

fuente: infojardín

17 de diciembre de 2010

Hoy llueve

Hoy toca darle al coco, sentarse un rato y pensar en como iremos diseñando el gallinero. La lluvia de hoy nos proporciona un aspecto importante a tratar, el agua. Queremos aprovechar el agua de lluvia, tan abuntante en estos lares, para dar de beber a las gallinas. Navegando encontré este sencillo mecanismo que permite llenar un depósito y evitar su desbordamiento. Me da que pensar, al fin y al cabo no deja de ser una boya, pero seguro que nos sirve esta idea. Ahora me falta recordar algún buen filtro que nos limpie el agua de impurezas que pudiera arrastrar.

16 de diciembre de 2010

Limpiando alrededores

Aquí podemos ver las escaleras que sirven para acceder a la parte de arriba donde se situaban las antiguas cuadras. (Si, también sirven para bajar). Hay una higuera que desafortunadamente no da higos, y le hemos dado una poda bastante seria, para dejar un único tronco y formarla como árbol. A pesar de la poda volverán a salir más tallos. Quiero tratar de formarla suficientemente alta para que las gallinas no puedan subirse, no sea que les de por anidar ahí. Bueno, por debajo de la escalera fabricaremos la puerta de acceso al gallinero, para las gallinas, de unos 30 centímetros de lado. La escalera se quedará protegida por una malla que impida a los animales acceder a la misma.

15 de diciembre de 2010

Comienza el tejado

Para solventar esta situación hemos aprovechado varios postes de teléfono, que antiguamente transportaban la línea en la finca. Primeramente hemos armado una buena base de ladrillo sobre el actual muro y nivelado para resolver la situación de las vigas, más anchas por una punta y más delgadas por la otra. Bien amarradas con arena y cemento. Los ladrillos son aprovechados de material de construcción apilado de esos que siempre sobran (espero no necesitar muchos más).

Arreglando el dintel

Desafortunadamente no tengo ninguna foto de cómo se presentaba antes de la reparación, en cualquier caso trataré de buscar alguna antigua. El principal problema que supuso la reforma sobre el año 60 fue que no precisaron alargar el dintel para que apoyara a ambos lados del marco de la puerta y así sujetar correctamente el muro y por ende el resto del tejado. Fatalidad! una brecha de más de 3 centímetros había desplazado el muro y quedaba colgando el dintel que no apoyaba en ninguna parte. Y como las averías siempre siguen las leyes de Murphy, la brecha era totalmente recta, es decir, fracturando los ladrillos por donde los pillara. Así que imaginen, el trabajo que ha supuesto rehacer los huecos para formar una estructura que permita volver a crear un muro en buenas condiciones y siempre con la premisa de conservar al máximo lo existente. También hubo que desplazar el dintel de la puerta, que afortunadamente llegaba de lado a lado, como puede verse en la fotografía.

14 de diciembre de 2010

Planos


Unos sencillos planos autocadeados para hacer una buena distribución del espacio, que nos ayuden a imaginar, a diseñar, a lanzar unas pinceladas de lo que alberga la cabeza, no tan hueca. El estado original es mediocre, una mala reforma sobre los años 60 provocó una grieta sobre el dintel de la puerta que desembocó en el hundimiento de todo el tejado, ya retirado. Ahora toca arreglar, con trabajo milimétrico, pues no podemos tirar lo contruido, debemos reformar, y esta vez, que dure algunos años más.

Ubicación

Sin duda es un edificio precioso, posiblemente de principios del Siglo XX. Una construcción diseñada para el almacenaje y ensilado del heno cosechado en los "praos" que encontramos en la costa cántabra. Ahora ya no se utiliza, la maquinaria y el ritmo acelerado de la vida los han dejado totalmente obsoletos. Y aunque me gustaría darle una utilidad con este proyecto de gallinero no va a ser así en esta ocasión. Es más, si miráis un poquito más a la derecha, entre las dos palmeras podréis ver un cobertizo sin tejado, de color blanco. ¡Este sí! va a ser el emplazamiento de nuestro nuevo gallinero. Con apenas 14 metros cuadrados esperamos dar cobijo a unas cuantas gallinas, aunque siempre con la salvedad de un pequeño recinto para que picoteen, tomen el sol y sientan la brisa marina.

Comienza la historia

Érase una vez una granja que no tenía gallinero y por tanto no tenía gallinas, ni gallos, ni pollos, ni señoras pollo. Los granjeros, que se llamaban Sara y Jorge decidieron ponerle remedio al asunto. Así que tras mucho darle a la cabeza pensaron en un ubicación perfecta para el gallinero y se pusieron manos a la obra.

Acompáñanos en lo que va a ser la construcción de un gallinero de lo más ecológico posible, ayudarnos con vuestros comentarios y ánimos.

Gracias.